Carbures vende tecnología de automoción por 1,6 millones a un Tier-1 en México

· Carbures firma un nuevo contrato de venta de líneas de testeo de dirección electrónica de coches en alta producción con un Tier 1 líder mundial en México que fabrica coches para multitud de primeras marcas en México y la zona NAFTA.

· La Compañía fabricará esta tecnología de automoción, con desarrollos propios de ingeniería y software, en su planta de Querétaro, México, y así responde a las necesidades de sus clientes de convertirse en un proveedor global para estandarizar al máximo los equipos de producción y test.

Madrid, 18 de mayo de 2018. Carbures empieza a acelerar en el área de automoción, se asienta en México y logra un importante contrato con un player de primer nivel en automoción para la zona NAFTA. La Compañía ha firmado un nuevo contrato con un Tier1 global en México por el que provee de siete líneas de testeo de dirección electrónica, en alta producción, por 1,6 millones de euros. Carbures va a fabricar las líneas de tecnología de automoción en su planta de Querétaro y las entregará, llave en mano, y dotadas de una ingeniería y un software propios, únicos en el sector en el mundo, que permiten el chequeo del sistema de conducción de coches a ritmos de fabricación industrial. Sin contar con este nuevo contrato, la división de automoción de Carbures suma 13,3 millones de euros en contratos de esta tecnología pionera de automoción en el primer trimestre del año, lo que supone cerca del 33 por ciento del total de la facturación en esta línea de actividad de 2017.

Carbures arranca con la fabricación de las siete líneas de testeo de la dirección electrónica de coches en su planta de México, que cuenta con 1.700 metros cuadrados de superficie productiva. El tiempo de entrega de las líneas de testeo es de entre siete y ocho meses y en el proceso de fabricación trabajarán unos 70 operarios. El valor diferencial de las líneas de testeo que fabrica Carbures reside en su robusto diseño industrial y en su alto nivel de software integrado, que permiten comprobar que una dirección de un coche funciona correctamente en unos 32 segundos, a un ritmo de unas cien direcciones a la hora. Tras el proceso de fabricación, los ingenieros de automoción de Carbures comprueban que cada línea funciona correctamente y la entregan, instalada, llave en mano, en las fábricas que este Tier 1, líder de la zona NAFTA en la producción de direcciones de coche para marcas y modelos de todo tipo, opera en la región.

Sin incluir este nuevo contrato, la división de Mobility Machinery, la que fabrica tecnología para el sector de automoción, que ya cerró el ejercicio 2017 con un EBITDA recurrente positivo ( 2.493 millones), suma contratos por 13,3 millones en el primer trimestre de 2018, lo que ya supone un 33 por ciento con respecto a la facturación de toda la división de automoción en 2017. Carbures mantiene así la senda de crecimiento tanto en la producción y fabricación de piezas y de estructuras en materiales compuestos, como en la venta de líneas de producción con tecnología propia (robótica colaborativa e inteligencia artificial). En los próximos años se prevé que todos los vehículos lleven dirección asistida eléctrica, que sustituye a la hidráulica.

Con este nuevo contrato, Carbures se posiciona como la segunda compañía del mundo en líneas de testeo de direcciones electrónicas de automoción porque trabaja en esta tecnología industrial desde que se comenzó a emplear en el sector y es una referencia para compañías Tier1 o fabricantes finales en los principales polos de producción del sector en el mundo: China, Estados Unidos, México y Europa.

Rafael Contreras, presidente de Carbures, afirma que “el comportamiento de nuestra línea de automoción sigue mejorando y va a acompañar al enorme recorrido que tiene tanto en la transformación del sector del metal a los composites, así como a las evoluciones tecnológicas que permiten fabrica a una mayor velocidad, como nuestras líneas de testeo de direcciones electrónicas”. Contreras añade que “Carbures es una compañía cuyas líneas de actividad ya cerraron el año pasado con EBITDAs positivos pero que aún consideramos a esta compañía como una compañía de crecimiento, que circula a la vanguardia de los tres sectores en los que opera, aeronáutica, automoción y obra civil, pero que aún tiene un gran recorrido por delante”.

El año pasado, la línea de actividad de automoción fabricó 74 líneas de testeo y ensamblaje y 543.643 piezas, en sus plantas de El Burgo de Osma (España), Manresa (España) en Tichy (Polonia), Querétaro (México) y Suzhou (China) polos de automoción de referencia en el mundo. Carbures fabrica diversas piezas de coche y moto en materiales compuestos como llantas, piezas estructurales, parachoques, espejos retrovisores, alerones, levas de cambio, depósitos de combustible, sillines, etcétera. Con esta tecnología, Carbures aporta soluciones propias a los procesos de fabricación de los Tier1 o los fabricantes finales y fabrica in situ, algo que también la diferencia dentro del sector.

El Tier1 global con el que ha firmado este nuevo contrato en México (cuyo nombre no puede desvelarse por razones de confidencialidad fijadas en el documento) valora la capacidad industrial y desarrollos tecnológicos propios de Carbures, así como su capacidad para fabricarlo allí donde exige, la ingeniería de entrega llave en mano y puesta en marcha por los ingenieros de Carbures en sus plantas. El Tier1 fabrica en México, para toda la zona NAFTA, para marcas como Ford, General Motors, Chrysler, BMW, etcétera. En dirección asistida electrónica es el primer fabricante mundial.

Carbures abrió la planta de Querétaro (México) para la producción en el sector automovilístico y dispone de una planta en México D.F. para la actividad de obra civil. Sus instalaciones allí se componen de tres naves de producción con una superficie industrial de más de 1750 metros cuadrados, a los que hay que sumar unos 250, de oficina. Alrededor de esta planta de automoción que Carbures tiene en Querétaro (México) se concentran los principales clientes, actuales y potenciales, no sólo de México sino de una gran parte del mercado estadounidense.